Es un hecho que nadie nos ha enseñado a amar y hemos aprendido a hacerlo a través de modelos referentes. Todo lo que hemos aprendido sobre relaciones, solemos reflejarlo en todo nuestro ámbito relacional, pareja, hijos, familia, amistades, compañeros, trabajo, incluso con la profesión, los talentos, la economía, la abundancia, la prosperidad, etc.
Cuando yo me di cuenta que en realidad no sabía amar de forma sana y consciente, ya llevaba 27 años con mi pareja, y aunque tenía una buena relación, la habíamos basado en el poder. Conocer todo lo necesario sobre relaciones sanas me ha ayudado a dar un salto cuántico en mis relaciones, no sólo en la pareja, sino por supuesto en mi vida y asombrosamente en mi profesión.
Como profesional, ese salto cuántico en mis relaciones me aportó más empoderamiento, más libertad, y todo esto se trasladó un mayor crecimiento profesional y expansión en mi negocio, ¡cosa que nunca hubiera imaginado! Esto me hizo ser consciente de que los emprendedores necesitamos tener sanas nuestras relaciones para poder imprimir mejor energía en nuestros negocios para que sean más exitosos.
«Conocer todo lo necesario sobre relaciones sanas me ha ayudado a dar un salto cuántico en mis relaciones, no sólo en la pareja, sino por supuesto en mi vida y asombrosamente en mi profesión.»